Automutilación.

No tiene
sino un surco
en la espalda.
Un tajo.
Allí
donde dio cobijo a un sueño.
No tiene dolor
sino memoria 
del espanto.
Un hueco.
Y el recuerdo de su mano
asistida de furias.

-Dulce Chacón-


Poema.

Conozco el perfil
de la distancia.
Agazapada en rostros íntimos
el acto de ocultarse
la delata.
Es mi ojo
el que pregunta.
-Dulce Chacón-

Después del accidente.


Despierta, amor,
¿qué es esa palidez?
Nunca has dormido así.
Despierta, 
dormir es un incómodo letargo,
es un caparazón sin prisa
y hacia dentro
y crea hábito de lugar,
inmóvil.
Muda es la prisión
...y ayer me dijiste
hasta mañana.
¿Por qué tienes
afilada la nariz?
Despierta, no insistas
en esa quietud.
Abrázame otra vez.

-Dulce Chacón-

Es mi alma.

No sois vosotras, ricas aguas
de oro, las que corréis
por el helecho, es mi alma.
No sois vosotras, frescas alas
libres, las que os abrís
al iris verde, es mi alma.
No sois vosotras, dulces ramas
rojas las que os mecéis
al viento lento, es mi alma.
No sois vosotras, claras, altas
voces las que os pasáis
del sol que cae, es mi alma.

-Juan Ramón Jiménez-