Persona.

He estado pensando, Elisabet, y no creo que debas seguir en el hospital. Creo que es perjudicial. Como no quieres volver a casa, tú y la hermana Alma podéis ir a mi casa de la costa, ¿eh? ¿Crees que no lo entiendo? El sueño imposible de ser. No de parecer, sino de ser. Consciente en cada momento. Vigilante. Al mismo tiempo, el abismo entre lo que eres para los otros y para ti misma, el sentimiento de vértigo y el deseo constante de al menos, estar expuesta, de ser analizada, diseccionada, quizás incluso aniquilada
Cada palabra una mentira, cada gesto una falsedad, cada sonrisa una mueca. ¿Sucidarse? ¡Oh, no! Eso es horrible. Tú no harías eso. Pero puedes quedarte inmóvil y en silencio. Por lo menos así no mientes. Puedes encerrarte en ti misma, aislarte. Así no tendrás que desempeñar roles, ni poner caras ni falsos gestos. Piensas. Pero, ¿ves? La realidad es atravesada, tu escondite no es hermético. La vida se cuela por todas partes. Estás obligada a reaccionar. Nadie pregunta si es real o irreal, si tú eres verdadera o falsa. La pregunta sólo importa en el teatro. Y casi ni siquiera allí. Te entiendo, Elisabet. Entiendo que estés en silencio, que estés inmóvil, que hayas situado esta falta de voluntad en un sistema fantástico. Te entiendo y te admiro. Creo que deberías mantener este papel hasta que se agote, hasta que deje de ser interesante. Entonces podrás dejarlo. Igual que poco a poco fuiste dejando los demás papeles. 

Persona, 1966.

The Fall.

-¿Qué le ha pasado a tu cara?
-He tenido un accidente con mi coche. No, no ha sido así. Paul Spector me atacó. Yo tengo marcas como esas. 
-Enséñamelas.
-No puedo.
-¿Por qué?
-Las tengo en los muslos y en la planta de los pies. No quería que nadie supiera, ni las viera. Eran privadas.
-¿Por qué lo hiciste?
-Creo que por la misma razón que tú.
-¿Y cuál es la razón?
-Enfado.
-¿Por qué estabas enfadada?
-Por mi padre.
-¿Por qué?
-Murió.
-¿Cómo?
-Estaba enfermo.
-¿Cuántos años tenías?
-Catorce. 
-Mi padre se suicidó. 
-Creí que había tenido un accidente.
-Él eligió ir en moto. A pesar de que me preocupaba cada vez que él salía. Cada vez que volvía tarde a casa. Quería más a esa moto que a mí. Amaba más la velocidad que a su única hija. Yo no llamaría a eso un accidente. 
-¿Por eso estás arruinando tu vida? Sabes que no puedes hacerlo volver. No importa cuánto lo intentes. Pero no es así. Todos tenemos esa voz en la cabeza que nos dice que somos una decepción, que lo que hacemos es insignificante. Que no es suficiente. Que lleva mucho tiempo. Que es difícil. Pero cuando los tiempos son difíciles, necesitamos sueños difíciles. Pero sueños reales, no de mentira. No irreales como Paul. Tienes que pelear por ti misma, Katie porque en estos momentos estás en peligro. Todos necesitamos amor. Y todos necesitamos que nos protejan. Hay demasiada muerte y destrucción. Pero los amigos que te quieren deberían darte calor como el sol. Hacerte sentir bien contigo mismo. No congelarte en su desprecio y en su odio. La ira corroe nuestra creencia de que algo bueno puede pasarnos. Paul ha sido destruido por su ira, su furia. Y tú, tú lastimaste a una amiga, para impresionarlo. Pero a él no le importa. Ni siquiera sabe que tú existes. Tú y yo fuimos muy amadas incluso si nuestros padres no pudieron estar a nuestro lado. Quizás ambas necesitamos ser abrazadas cuando nos afligimos, pero tiene que ser alguien que pueda sentir dolor por nuestro dolor, no disfrutarlo. No alguien que nos abandone


  
The fall 3x06

Salvador Espriu.

Els meus ulls ja no saben
sinó contemplar dies
i sols perduts. Com sento
rodar velles tartanes
pels rials de Sinera!
Al meu record arriben
olors de mar vetllada
per clars estius, Perdura
en els meus dits la rosa
que vaig collir. I als llavis,
oratge, foc, paraules
esdevingudes cendra.

''T'he buscat per tot arreu. Per aquí, per allà, per cualsevol lloc. T'he buscat sota la pluja, t'he buscat al sol. Al fons dels boscos, als socs de les valls. A dalt de les muntanyes, a les ciutats més fosques, als carrers més foscos. T'he buscat al sud, al nord, a l'est, a l'oest. T'he buscat quan cavava la terra per enterrar-hi als meus amics morts. T'he buscat mirant el cel perque tu eres un ocell i, què hi ha que sigui més bonic que un ocell, que un ocell banyat pel sol? Què hi ha que estigui més sol que un ocell, que un ocell enmig de les tempestes duent a la fi del món el seu estrany destí? Pasi el que pasi t'estimaré sempre. Pasi el que pasi...sempre t'estimaré. Escolta! Aquesta carta l'escric amb la frescor del vespre sigues pacient més enllà del silenci hi ha la felicitat d'estar junts. No hi ha res més bonic que estar junts!'' 


JRJ

Trastorno.
Juan Ramón Jiménez.

Nunca creí que el albo lirio fuera
efémero también. Yo no sabía
que el odio alimentara la alegría.
¡Invierno, te llamaron primavera!

¿Por qué la estrella altiva y pura era
el seco nido de la noche umbría?
¿La paloma inmortal cómo encendía
corvo pico de ave carnicera?

Pues aquel manantial, con su negrura
enlutecía el mar por la mañana.
El ruiseñor pudo asustar al hombre.

Hablaba el niño con palabra impura,
el corazón era una gruta insana,
y la traición tenía un claro nombre.