Sólo resplandecía el cigarro.

Sólo resplandecía el cigarro. En esa puta noche solo resplandecía el cigarrillo que me estaba fumando. Lo recuerdo bastante bien, él y yo. Solos en mi casa. Recuerdo que, como siempre, él vino cansado de trabajar y se echó en la cama. Yo me salí al balcón y, sin que el hombre que había tumbado en mi cama lo supiera, encendí el maldito cigarro. El que se suponía que era el hombre de mis sueños estaba dejándome volver a caer en esa mierda, tirándose en la cama cada noche después del trabajo. Sí, quizá creeréis que exagero, que solo es un cigarro, pero hoy solo es un cigarro, mañana solo serán dos y.. quizá de aquí a unos meses solo sean unos porros. Pero ¿qué pasará de aquí a unos años cuando solo sean unas pastis o unas simples rallitas de coca? 

El cigarro se consume calada a calada. El humo baja por mi garganta hasta llegar a mis pulmones. Y por último es expulsado por la boca. Me digo a mi misma que será el último, pero no lo será.. Eso me lo digo desde hace más de una semana. Una lágrima cae por mi rostro. La última y lo tiro, coño claro que lo tiras se ha acabado. Me doy la vuelta y entro en casa. Me lavo los dientes para disimular un poco el olor, y me meto en la cama con el hombre de mis sueños a fingir ser feliz.

Hamlet - Mi soledad

Cada segundo daba gracias por vivir
Necesitaba tiempo para resistir
Se alejo solo sonrío dijo adiós 
Caminó y me impresionó su valor
Comprendió que era su final no lloró 
Rechazo su divinidad con honor

Mi soledad refugio de dolor
Engáñame hasta el amanecer

Hazme creer en algo más
Que me mantenga sin pensar
Abandonar y renunciar
No es la respuesta a mi tesón